
Usualmente al momento de elegir una nueva luminaria nos encontramos con la posibilidad de elegir entre distintas características, desde potencia, amplitud lumínica ofertada, ópticas de la luminaria hasta temperatura del color.
Hoy en día, con el auge de las luminarias LED no solo tenemos grandes ventajas, tales como el ahorro de energía y la baja generación de calor. El rango en temperaturas de color también es un factor importante que se ha ampliado y cobrado fuerza gracias a la inmensa gama de colores que se pueden obtener mediante el uso de luminarias LED. Pero, con todas están opciones se nos pueden generar nuevas dudas ¿Qué es y cómo afecta mi elección a la hora de comprar una luminaria? ¿Qué significan los numeritos con la “K”?
Bueno, naturalmente tu elección final debe basarse en las necesidades que desees cubrir, eligiendo cual de entre todas las luminarias y sus temperaturas cubre y soluciona tus necesidades de iluminación. La temperatura de color en tu luminaria siempre se medirá en grados Kelvin, esta unidad se deriva de la teoría de la temperatura absoluta. Ahora, el color en nuestra luminaria será equivalente al que, teóricamente, tomaría un “cuerpo absoluto” en cierta temperatura medida en Kelvin. Entre mayor temperatura mayor su incandescencia, por lo que, a mayor grados Kelvin la irradiación pasara de un rojo a un amarillo saturado, esto es aproximadamente a unos 3000 Kelvin (K), llegara al blanco, entre 4000 K y 5000 K y terminara en azul, que, en la escala de temperatura de color el grado final son los 10000 K.
Aun así, aunque la temperatura aumente el color se ira haciendo cada vez más “frío”. La luz cálida se considera de los 3500 K hacia abajo, la luz neutra se encuentra clasificada entre los 4000 K y 5000 K encontrándose en el mercado generalmente a los 4500 K. Por último, la luz fría empieza a los 6000 K y se encuentra en el mercado entre 6000 K y 6500 K regularmente.

Ahora bien, seguimos con la duda de ¿Qué tipo de iluminación escoger? Bueno, si bien la iluminación va de acorde a tu gusto y como quieras generar el ambiente en tus habitaciones, hay ciertas cosas que tienes que considerar para elegir la iluminación que hará que tus habitaciones y espacios sean lugares únicos.
Luz Blanca
Este tipo de luz es super útil, su tonalidad ayuda a disminuir los contrastes en las superficies, o sea que, si tienes un camino irregular o vas a realizar alguna actividad a detalle, la luz blanca podría ser clave para evitar algún tipo de accidente. Además, si lo que vas a iluminar es una oficina o área de estudio, la luz blanca se lleva otro punto a favor, pues este tipo de luz ayuda a estimular la concentración. Por el otro lado, los colores bajo este tipo de luz se ven afectados, pues pierden sus tonalidades y vividez, si a esto le añadimos los bajos contrastes nos podría crear un entorno plano y sin vida.
Luz Cálida
Al contrario de la luz blanca, la luz cálida realza los contrastes, lo que la vuelve la luz óptima para iluminar arquitectura o áreas con muchas texturas. Ya que este tipo de luz induce a la relajación utilizarla en habitaciones de descanso, comedores o “living rooms” puede dar ese toque ideal que estas buscando para tu ambiente. Sin embargo la luz cálida no es tan recomendada en áreas de trabajo, pues al exagerar el contraste podrían ocurrir accidentes o crear un poco de fatiga visual si es un trabajo detallado que requiera mucha claridad visual.
Luz Neutra
Como su nombre lo indica, este tipo de luz es el balance perfecto entre las dos temperaturas anteriores, los usos que le puedes dar a este tipo de luz son muy diversos pues, en gran medida no altera los colores como la luz blanca, y si bien no tan acogedor como una luz cálida, también crea un ambiente muy confortante y balanceado. Por ejemplo, una cocina, en donde no se quieran alterar los colores con el uso de una luz fría pero, también se necesita la claridad que no proporciona con tanta eficacia la luz cálida, el candidato ideal sería la luz neutra.
Como veras, cada tipo de luz tiene sus propias ventajas y características que satisfacen distintas necesidades, así que, para elegir la temperatura de tu luminaria siempre recuerda estas tres preguntas ¿Qué tipo de actividades voy a realizar en el área a iluminar? ¿Qué ambiente quiero crear con la iluminación? y ¿Cuál resuelve y se adapta mejor mis necesidades? Ahora ¡ve y diviértete iluminando tus espacios a tu gusto con estos principios de iluminación!

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